casa gea
calp, 2025
Casa Gea: Horizontalidad y Paisaje en Diálogo
En la luminosa Costa Blanca, en la provincia de Alicante, Casa Gea se proyecta como una residencia contemporánea profundamente vinculada al paisaje mediterráneo. Situada en una ladera con vistas al mar, la vivienda se adapta a la topografía mediante un juego de tres planos superpuestos. Estos planos refuerzan la horizontalidad y generan una integración armónica con el entorno natural.
La arquitectura moderna de Casa Gea se concibe desde la ligereza y la transparencia. Los grandes ventanales enmarcan las panorámicas, mientras que los voladizos y las terrazas escalonadas amplían el horizonte habitable.
La casa no busca imponerse, sino dialogar con el terreno, a la vez que funde su presencia con los muros de piedra y la vegetación autóctona que la rodea. Así, el proyecto se convierte en una extensión natural del paisaje. Una pieza arquitectónica contemporánea que respira con la luz y vive en sintonía con el Mediterráneo.
La materialidad de Casa Gea se entiende como un equilibrio entre solidez y ligereza. Una arquitectura que rezuma naturalidad y autenticidad de sus acabados.
Los muros de piedra local refuerzan el arraigo al territorio, lo que aporta textura y carácter, mientras que la madera nogal, con su calidez orgánica, suaviza la contundencia estructural y genera un ambiente cercano y humano. El vidrio, en grandes planos transparentes, actúa como mediador entre interior y exterior, permitiendo que la luz modele los espacios.
La gama cromática es contenida y refinada, con tonos neutros que van del blanco luminoso al gris suave, acompañados de matices arena que evocan la tierra y la costa. Elementos puntuales en metal oscuro aportan definición y contraste, que refuerza el carácter contemporáneo del proyecto. Esta sinfonía de colores y texturas crea una atmósfera de calma donde arquitectura y entorno se funden en una misma experiencia.
El núcleo de la vivienda se articula en torno a espacios diáfanos conectados. La cocina, el comedor y el salón forman una gran pieza central que se abre a las terrazas y al mar, dando lugar a que la brisa y la luz atraviesen el interior sin barreras. El mobiliario de líneas puras y la calidez de la madera refuerzan la continuidad visual e invita a un estilo de vida cómodo y fluido.
El salón, con su mobiliario bajo y redondeado, favorece la horizontalidad visual y el descanso. Mientras que la cocina, concebida como espacio social, combina funcionalidad y diseño en un ambiente orgánico y sereno.
En el exterior, la piscina desbordante actúa como una lámina de agua continua que refleja el cielo y multiplica las perspectivas, que prolonga la arquitectura hacia el horizonte.
Casa Gea no es solo una vivienda, sino una experiencia espacial donde geometría, luz y paisaje se entrelazan en un relato atemporal. Una arquitectura que invita a bajar el ritmo, a contemplar el entorno y a vivir en equilibrio con la naturaleza.
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